Tema candente de la semana, la vacunación.
He añadido una nota, entre el punto 2 y 3 para explicar la vacuna del papiloma humano y cómo protege del cáncer, debido a comentarios ignorantes de algunos trolls de internet.
Para empezar y dejar claras las cosas, como bien se puede inferir del nombre del bloc, soy médico. Por otro lado, soy pro-vacunas.
¿Soy pro-vacunas porque soy médico y formo parte de una conspiración mundial formada por las grandes farmacéuticas, los estados capitalistas, los Illuminati, el Vaticano y los alienígenas? Pues si resulta que formo parte de dicha conspiración, a mí todavía no me ha llegado ningún cheque.
No, yo lo digo por si tenía que llegarme y ha habido un error o algo.
Que nunca se sabe.
Soy pro-vacunas porque salvan vidas. Muchas. Cada año. Porque son uno de los avances científico-médicos más espectaculares que ha realizado el ser humano.
Hay que entender que el médico, como profesional, es un poco tonto. Me explico, somos los únicos profesionales que trabajan para no tener trabajo. Nuestro objetivo es que no existan enfermedades ni problemas, prevenirlos antes de que ocurran.
Lanzamos piedras contra nuestro propio tejado; y si logramos nuestro objetivo, iremos todos al paro.
Siguiendo con esa idea poco comercial, soy pro-vacunas, y cuanto menos gente sufra una enfermedad evitable, mejor.
Ahora voy a explicar por qué soy pro-vacunas, y es una explicación larga y compleja.
Si has venido buscando una información veraz, puedo asegurarte que lo haré lo mejor posible.
Si buscas una información contrastada e inatacable, te recomiendo que te busques un artículo científico, porque este es un blog de opinión y si bien todo lo que digo se fundamenta en datos y bibliografía existentes no voy a referenciarlos (porque entonces me sentiría obligado a usar el protocolo de Vancouver y si alguno me conoce sabe que cada vez que escribo un artículo o trabajo en la redacción de mi tesis maldigo a Vancouver y a toda su gente unas quince veces por minuto) (un saludo a los inocentes y encantadores habitantes de Vancouver que no tienen culpa de que el protocolo más aburrido y complicado de referencias bibliográficas así como el único aceptado en el mundillo científico lleve su nombre).
Si buscas una lectura ligera, cierra el navegador y compra una revista del corazón.
Voy a intentar usar metáforas y bromas visuales para facilitar el trabajo a aquellos que vieron biología por última vez en el noventa y dos, pero eso no significa que no vaya a ser compleja la lectura.
Si usted ya sabe cómo funcionan las vacunas y eso, puede irse directamente al final para leer el debate (punto 7).
1. ¿Cómo funciona tu sistema inmune (y el mío e incluso el de tu vecino ese que usa el taladro el domingo a las ocho de la mañana)?
Todo bicho en el plano microscópico está rebozado por moléculas cuales croquetas, donde la bechamel es el bicho en sí y el pan rallado ejerce de marcador. Esa configuración croquetil es importante porque en el pan rallado están a la vez las "patitas" para agarrarse a otras cosas, los "pelillos" que al agitarse les permiten moverse y los "túneles" que permiten que entre comida y salga caca, entre otras muchas funciones.
Nuestro sistema inmune funciona de formas un tanto complejas, pero la más importante y efectiva es "reconociendo" el rebozado específico de cada bicho que no forma parte del cuerpo.
Cada bicho tiene un rebozado completamente distinto, como un código de barras.
Al reconocer que un código de barras no pertenece al cuerpo, nuestro sistema inmune genera anticuerpos, mitititillas que se pegan a un rebozado concreto (y a ningún otro). Cuando un bicho está cubierto de anticuerpos, primero, no puede usar sus "patitas" como gato al que le envuelves las zarpas; y segundo, los anticuerpos son unos chivatos para el resto del sistema inmune, marcan los bichos como "enemigo" y eso estimula el hambre de sangre del resto del equipo.
Es importante que esos anticuerpos sean rebozado-específicos porque de esa forma se adhieren mejor y permiten que el ataque se centre sólo en el enemigo.
Los anticuerpos, como todo en nuestro cuerpo, están codificados en el ADN, que es el manual de instrucciones de la biología.
PERO
No podemos codificar todos los anticuerpos que podemos producir en el ADN por dos motivos.
El primero, porque la cantidad de anticuerpos posibles es tan alta que necesitaríamos el equivalente a cincuenta discos duros externos extra para codificarla (exageración metafórica de la escuela andaluza post-moderna tardía).
El segundo, porque esa información quedaría obsoleta en apenas tres o cuatro generaciones (un año si contamos el virus de la gripe), y el sistema recibe parches en una media de cien millones de años cosa así, con lo que la pervivencia de la especie quedaría ligeramente comprometida.
Porque el rebozado de un bicho puede cambiar con el tiempo, sobre todo los virus que son a la biología y la conservación del material genético lo que un producto del todo a cien.
La solución que da la naturaeza es muy elegante. A la hora de fabricar las células que producen anticuerpos, los Linfocitos B, cada uno de ellos es distinto. Hay un cachito chico de su ADN que es la región hipervariable, así que cada uno que sale es como si tirara una cantidad absurda de dados de muchas caras (como un máster medio de Dungeons & Dragons durante una partida de una hora) y por lo tanto fabricará un anticuerpo distinto cada uno. Ese anticuerpo es completamente aleatorio.
Por número de combinaciones y tal, potencialmente podemos generar anticuerpos contra casi todo.
Pero claro, mantener un ejército de Linfocitos B para CADA anticuerpo que podemos producir es carísimo en materia de energía.
Es como si tuviéramos que mantener un ejército regular completamente preparado para CADA país actual, antiguo y futuro del mundo y unos cuantos por si atacan los alienígenas.
Como este sistema se inventó antes que el McDonald's y no se podía preveer que un ser humano pudiera ingerir esa cantidad absurda de calorías, la naturaleza continúa su plan de forma aún más elegante.
Todos los Linfocitos B están en la reserva, tan tranquilos, sin multiplicarse mucho, sin hacer mucho esfuerzo. Pero en el momento en el que entra en contacto con el rebozado específico para el que está hecho, ay amigo, en ese momento forma la fiesta. Se copia a sí mismo en células de memoria (una copia de seguridad, vamos) y en células de ataque, genera anticuerpos a lo loco.
Porque si ha llegado el enemigo una vez, puede volver (discurso de Iron Man en Avengers 2 sobre los chi'tauri), y la segunda vez el cuerpo estará mejor preparado.
2. Tipos de rebozado o La Cocina Fácil de los Agentes Infecciosos
No todos los bichos que pueden entrar en el cuerpo tienen el mismo tipo de rebozado. Hay rebozados "salados" (proteínas) y "dulces" (mucopolisacáridos), así reduciendo mucho.
Los anticuerpos son más de salado, para ellos el postre está bien pero donde se ponga un buen entrecot...
Así que responden mejor a los bichos que están recubiertos de proteínas. ¿Y qué bichos están rebozados de proteínas? Los virus.
Eso tiene una ventaja impresionante, porque resulta que un virus rodeado de anticuerpos pesa demasiado y le dificulta clavar el aguijón...
Leñe, creo que debería hacer una nota de cómo funciona un virus antes de seguir.
* Nota de cómo funciona un virus antes de seguir *
Los virus no saben reproducirse por sí solos. Así de simples son. Para reproducirse, deben "pedir prestada" la maquinaria de fabricación de las células.
Para ello, usan una especie de "aguijón" para introducir su código genético en la célula, como un face-hugger introduce un huevo de alien en la cara de un astronauta demasiado curioso.
La célula, inocente ella, fabrica lo que le han dicho que fabrique, y si tiene el código genético de un virus, fabrica virus.
Hasta que le explota el pecho y toda la tripulación grita.
Fin de la nota.
2BIS. Tipos de rebozado, continuación, Seguimos En La Cocina
Eso tiene una ventaja impresionante, porque resulta que un
virus rodeado de anticuerpos pesa demasiado y le dificulta clavar el
aguijón, con lo que protege al cuerpo de que el virus se propague.
Las bacterias son más dulces, por eso la respuesta de anticuerpos contra ellas no es tan buena como contra los virus.
Pero...
Adoro los peros, por cierto. Verdes ácidos, fuji, golden... Ya le desvío del tema.
Pero resulta que algunas bacterias son traviesillas y producen toxinas, que son en su mayor parte proteicas. Como nuggets para los anticuerpos, que aquí ademas al rodear la toxina la dejan inútil e inofensiva.
Vamos, que el sistema inmune mola porque evita así la mayor parte de enfermedades por virus y los efectos negativos de las toxinas (y juegan un papel no despreciable contra las bacterias).
El problema es que para que este sistema funcione a pleno rendimiento es necesario que exista un primer contacto, y ese primer contacto con cosas como la toxina tetánica no es demasiado agradable.
Si no, mirad las preciosas imágenes de la risa sardónica, cómo se lo pasa pipa el desgraciado.
*Nota sobre las vacunas que "previenen el cáncer"*
Como los virus meten su material genético en la célula para reproducirse (acabo de explicarlo un poco), y este material genético es, en el mejor de los casos, defectuoso, algunos virus producen por "accidente" que las células que están colonizando se vuelvan unas anarcas de cuidado y se reproduzcan sin control. A eso lo llamamos cáncer.
Algunos virus tienen una tendencia mayor que otros a producir este efecto, por sus códigos genéticos en particular, por ejemplo el virus del papiloma humano. Por eso dicen que la vacuna contra el papilomavirus es una vacuna contra el cáncer, aunque eso es una reducción demasiado simplista que puede llevar a confusión.
3. ¿De dónde vienen las vacunas?
La historia de la vacunación tiene mucho de vacas y poco de laboratorios. Si nos ponemos estrictos, las primeras vacunas eran más cercanas a la Ciencia Empírica que a la Ciencia Basada En la Prueba (más información, léase usted el coñazo de entrada llamado "Ciencia" en este mismo blog).
El señor Edward Jenner se dio cuenta de un hecho empírico y formuló una teoría.
Lo que hizo que Jenner pasara a la historia de la ciencia fue que experimentó su teoría (cuando la experimentación humana era posible, que mira que le echó huevos el señor Jenner), y luego ha sido refutada gracias a la CBELP.
El hecho fue el siguiente: cuando la viruela existía, mataba y mucho. Y al que no lo mataba lo dejaba al pobre hecho unos zorros. Pero los vaqueros no solían pillar la viruela "mala", sino una viruela más ligera que, una vez se pasaba, parecía protegerles de la otra.
Así que postuló que si se infectaba de la viruela buena, te protegía de algún modo de la mala.
Lo que estaba viendo Jenner era lo que hemos explicado antes. La viruela procedente de las vacas y la viruela agresiva tienen el mismo "rebozado", o lo suficientemente parecido como para que la primera estimule los anticuerpos contra la segunda. Así, cuando la viruela mala llega a alguien que ha pasado la buena, su sistema inmune ya tiene copias de seguridad activas contra ella y no le da tiempo a infectar.
Para probar que lo decía era cierto, el señor Jenner decide inocularle a un niño la viruela buena, y un tiempo más tarde, una vez pasado el periodo de síntomas, la mala.
A un niño.
En esa época los comités de ética no estaban de moda.
El niño sobrevivió, y no le salieron cuernos ni ubres (que la gente de la época pensaba que podía pasarte si te vacunabas, porque eso de los antivacunas no es nuevo).
De ahí a vacunar a todo el ejército de Napoleón hubo un recorrido, pero para saberlo está la wikipedia.
Ese fue el origen, pero por suerte hemos refinado un poco el método.
Ya no incluye vacas.
4. ¿Qué es una vacuna, cómo funciona?
Una vacuna es, en gran medida, una croqueta vacía. Usando distintos métodos (como la radiación, por ejemplo), al bicho se le elimina la "bechamel", es decir, el código genético y eso.
Una vez tienes el rebozado sin bechamel, lo inoculas en una persona. Claro, el sistema inmune reconoce el rebozado y actúa produciendo copias de seguridad contra el rebozado, pero como no hay bechamel, no hay código genético que injertar ni, por lo tanto, enfermedad.
Es una "trampa" para el sistema inmune, una especie de disparo de aviso para que podamos seleccionar los anticuerpos que nosotros sí sabemos que nos pueden atacar, como el sarampión, la viruela o el reaggeton (¿qué, que esa vacuna no está aún a la venta? Maldita sea...)
Sin necesidad de pasar por la enfermedad.
Vamos, dan ganas de comprar, ¿no?
5. ¿Las vacunas son la panacea?
Sí y no.
Las vacunas son la panacea en muchos casos porque (casi) toda enfermedad producida por virus o toxinas puede producir una buena respuesta inmune y por lo tanto podemos hacer vacunas para protegernos contra ellas.
No lo es porque el ser humano no es una máquina y cada uno es de su padre y de su madre, y los agentes infecciosos tampoco son matemáticos.
1. Algunas vacunas (con frecuencia contra las toxinas) no producen una inmunidad eterna, porque digamos que no todas las copias de seguridad duran lo mismo. Por eso hay que hacer recuerdos de algunas vacunas, como la difteria o el tétanos.
2. Algunas personas responden peor a ciertas vacunas en particular, y tienen que vacunarse más veces de las esperadas.
3. Algunas personas tienen un sistema inmune tan débil que, incluso bichos con la "bechamel caducada" (es decir, vacunas hechas con enfermedades adormecidas o atemperadas) pueden producirles la enfermedad, por lo tanto no podemos vacunarlos.
4. Todas las bacterias están rebozadas con un rebozado "dulce", por lo tanto la respuesta inmune es menos potente y, sobre todo, menos duradera.
5. Y hay un virus en particular, hijolagranputa, que infecta EL SISTEMA INMUNE, con lo que vacunar contra él es inefectivo: cuando las células del sistema inmune lo reconocen LAS INFECTAN. Es el VIH o virus del SIDA.
Pero eso no quita que sean cojonudas. Si fueran perfectas, yo no me lo creía, oigan.
6. ¿Las vacunas son inocuas?
Veran, no. Nada es inocuo. Vean ustedes si no los efectos perniciosos oxidativos del oxígeno y corrosivos del agua y entonces dejará de respirar y beber.
Tampoco es tan necesario.
Las vacunas son medicamentos, y como tales tienen efectos secundarios. Entre ellos, la alergia es el más grave y puede ser mortal.
Oh, he dicho mortal, he de ser un antivacunas. Línchenme.
No.
Una gamba puede ser mortal, un cacahuete puede ser mortal. Un comentario demasiado troll en este blog puede ser mortal de necesidad (advertencia amistosa).
Todos los medicamentos pasan por procesos de control muy estrictos. La razón es que las grandes farmacéuticas quieren ganar dinero.
¿Eso no las convierte en grandes y enormes máquinas sin sentimientos que se alimentan de sueños rotos y almas de niños no bautizados?
Sí, y además tienen unas legiones de abogados que ríase usted del ejército de Sauron en cantidad y fiereza, que les recomiendan no tocar mucho las narices con los efectos secundarios porque se arriesgan a demandas millonarias.
Sin hablar del control que se ejercen desde las sociedades científicas.
Si no me creen, pueden estudiarse ustedes toda la historia de la aspirina infantil y de por qué ya no está en el mercado.
Por supuesto que todo lo que entra en el organismo es susceptible de matarlo, pero la seguridad que tienen las vacunas es incluso mayor que la mayoría de medicamentos, hasta el punto que el riesgo real de sufrir una reacción secundaria es risible.
7. Si todo eso es cierto, ¿por qué existen antivacunas? EL DEBATE
Bien, ahora viene el debate.
El movimiento antivacuna nace con la propia vacuna. Los detractores de Jenner decían que si te vacunabas te salían cuernos y ubres y manchas por el cuerpo, porque te estaba inoculando una enfermedad de las vacas.
Y aunque eso ahora nos parezca risible, el problema de las creencias no dependientes de estudios científicos es que sus asociaciones son más sencillas y fáciles de creer, porque no tienen que pasarse horas leyendo palabrería médica para entenderla.
A. Viene de las vacas, te puedes convertir en vaca. "Tiene sentido."
B. Es una enfermedad que hace que tu cuerpo reaccione contra... "Para, para, cerebrito, más despacio."
En este siglo un doble origen de los antivacunas les ha dado fuerza en el mundo anglosajón y francés, y parece que está cogiendo cierta fuerza en España.
Primero y principal, los hechos reales. Como he dicho, ni las vacunas son la panacea ni son inocuas. Pero exagerar esos dos hechos para llamarlas peligrosas e innecesarias es una exageración absurda que se ha hecho por ignorancia o, peor, por intereses económicos.
Segundo, los hechos falseados. Un artículo de una prestigiosa revista científica asociaba el autismo con la vacunación. Semejante gilipollez, que en términos científicos es como asociar la lluvia a haber derramado el café por la mañana, se ha demostrado falsa y el autor de dicho estudio fue castigado. Resulta que el buen hombre quería vender SUS vacunas "naturales" y para ello necesitaba desprestigiar a las existentes. No se le ocurrió mejor método que hacer esta asociación que funciona un poco como lo de las vacas.
A. Los niños pequeños se vacunan. Algunos niños pequeños desarrollan autismo. Está relacionado. "Tiene sentido."
B. La relación temporal y estadística (en este caso falseada, por cierto) no son suficientes para demostrar la causalidad de... "Para, para, cerebrito, más despacio."
Para más información sobre la causalidad, abúrrase usted con el artículo "Ciencia" de este blog, que por eso lo escribí.
Tercero, la falacia. Una falacia es una idea que suena cierta pero no lo es.
La falacia Lo Natural Es Bueno es una de las cosas más imbéciles que ha parido el ser humano.
Lo natural no es bueno. La naturaleza no te quiere, la naturaleza te odia y te quiere muerto para dar de comer a champiñones y arbustos, a ver si te enteras.
Bueno, exagero.
La naturaleza ni te quiere ni te odia. Ni está ahí para darte la solución a todos tus problemas ni tampoco busca maneras de matarte en cada segundo (excepto si vives en Australia). La naturaleza es y punto.
Ninguna medicina ES natural. Lo natural no es coger corteza de sauce y hervirla para hacerte una infusión para el dolor e cabeza PORQUE NO ES NATURAL QUE TENGAS LA TECNOLOGÍA PARA HERVIR AGUA. Y no me vengáis que es más natural que una pastilla porque no es cierto. Una vez la tecnología y el ser humano entran en la ecuación ya no hay NADA de natural en el proceso.
Por cierto, si quieres responderme a eso, te pido que lo hagas desde un olivo conectado a internet a través de una red de hongos, porque lo que no me parece muy coherente es que uses un trozo de plástico y metal conectado a una red de ondas invisibles generadas por el ser humano y a través de una red mundial de cableado y de satélites para decirme que lo mejor es la vida natural.
O es natural, osea, que te jodes con tu dolor de cabeza y con tus infecciones y tus virus y te mueres entre dolores en mitad de la selva mientras un depredador decide si tienes suficiente carne como para que merezca la pena devorarte, o estás en una sociedad humana tecnológica y aprovechando los recursos que te da la tecnología.
Los remedios de herboristería están fabricados a través de un proceso industrial, por eso vienen en preciosas cajitas con dibujos hermosos de plantas y en pastillas individualizadas.
No estoy en contra de usarlos, mucho cuidado. Estoy a favor de TODO LO QUE HAGA SENTIR MEJOR A UNA PERSONA ENFERMA.
Estoy en contra de la falacia hipócrita que dice que lo natural es bueno y la farmacéutica es mala y por eso COMPRA lo que yo te VENDO que es natural y bueno y no lo que la MALVADA Y CAPITALISTA farmacia te vende.
Del mismo modo, las vacunas "naturales" y el "es mejor pasar la enfermedad que vacunar" son ideas absurdas en el mejor de los casos y con intereses económicos en el peor que además están poniendo en riesgo TU vida y la de los TUYOS.
Por cada persona que no se vacuna, es un riesgo para esa persona Y PARA EL CONJUNTO. Porque si una población está vacunada la circulación del bicho no es posible y por lo tanto para aquellos que no se puedan vacunar o que respondan peor a la vacuna es también una protección.
Alguna conclusión
Vacunar es bueno y necesario. Es un derecho y un deber.
El no hacerlo es una extravagancia de un mundo que tiene tan pocos problemas que tiene que fabricarlos, y por lo tanto un atentado contra la población en general y contra el esfuerzo y el sufrimiento necesarios para llegar al punto en el que estamos hoy.
Es inmoral, no es ético y es una agresión contra todos nosotros.
No es libertad igual que no lo es coger una pistola y matar gente por la calle.
Y el que no quiere verlo es porque no quiere abrir los ojos.
Si habéis llegado hasta aquí abajo, bravo, porque vaya coñazo de entrada me ha salido.
Un saludo a todos, y que os dejen dormir.
Muchas gracias por tu publicación, una explicación al alcance de no entendidos en el tema. Gracias
ResponderEliminarEra la intención. Gracias a ti por leerlo y por el comentario :)
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