viernes, 5 de agosto de 2016

Steven Universe. Luces y sombras 2/2

En este segundo artículo, analizo la serie usando como ejemplo cinco de los últimos capítulos que han aparecido.

Si no has leído el primer artículo, aquí está el enlace.

Ahora, sin más dilación:


Drop Beat Dad o el hecho de que son dibujos animados (y un poco de trasfondo de secundarios)
Este capítulo es un pequeño momento de lucimiento para un secundario, como es costumbre (excesiva) en la serie. A través de él, nos familiarizaremos aún más con los habitantes de Beach City y la influencia de Steven y las Gems en sus vidas. Hablaremos más de ese hecho en el capítulo « The New Lars ».

Steven Universe no se “avergüenza” de reconocer que es una serie de dibujos animados. Eso le permite hiperdeformaciones de sus personajes o que algunos secundarios no sean humanos estandarizados. En este capítulo eso queda patente en el personaje de Yellowtail y su relación con su hijo, Sour Cream.

El argumento es sencillo y autoconclusivo, como suelen ser los capítulos centrados en los secundarios. Un conflicto, la influencia de Steven y su resolución. En este caso, un personaje muy secundario, Sour Cream, el DJ del pueblo, va a dar su concierto anual en plan amateur, al que invita al pueblo. Su padrastro, Yellowtail, es pescador de toda la vida y no comparte el gusto de su hijastro por la música, pidiéndole constantemente que vaya a pescar con él. En ese momento llega Marty, el antiguo representante de Greg Universe (padre de Steven) y padre biológico de Sour Cream, que le ofrece ser su representante y hacer un espectáculo digno de verse.

Los resultados son tan obvios que me los ahorro.

Entonces, ¿qué tiene de interés este episodio? Muy poco en realidad. En mi opinión es un capítulo fácilmente ignorable (aunque el fan más acérrimo podría arrancarme la garganta por ello), que ejerce exclusivamente de plot-trigger para el siguiente capítulo y para un cambio leve de status de los personajes, y avanzar en la relación de la extraña familia de Onion.

En el plano de la animación, podemos destacar en lo positivo una de las características más interesantes de la serie: el detalle variable.

Normalmente, los personajes de animación tienen el mismo grado de detalle sin importar la distancia o la posición. Eso lo cambió para siempre la grandísima Ren & Stimpy con sus magníficos primeros planos hiperdetallados, llenos de vellos, secreciones, arrugas y exageraciones de la sucia realidad. Bob Esponja y Hora de Aventuras son los alumnos que han llegado a rozar la túnica del maestro, sin llegar al nivel de transgresión absoluta del perro y el gato.

Steven Universe utiliza ese mismo recurso de una forma totalmente distinta y nueva… casi siempre. El aumento de detalle es sutil. No es la exagerada hostia de realidad que los ojos llenos de venas y legañas de Ren nos daban. Es un foco de atención. En este capítulo es particularmente evidente en las manos de Marty, el padre biológico de Sour Cream, agente musical. Cada vez que habla con su hijo, y sólo cuando está hablando con él para convencerle de que va a transformarlo en una gran estrella, vemos cada arruga de sus manos. Nos fijamos en cuánto parecen garras queriendo atrapar algo, queriendo tomar algo.

Es una forma muy sutil de dirigir la atención del espectador a un detalle concreto, a una zona anatómica concreta.

Pero como digo, no siempre se usa de esta forma. En otras ocasiones, los personajes tendrán reacciones hiperdeformadas para enfatizar sus sentimientos con sentido humorístico. Porque no olvida que es un dibujo animado, y ese humor está ahí, el humor de reacciones emocionales exageradas.

Tan consciente es de que es un dibujo animado que Yellowtail es un personaje de diseño simplista que habla con gruñidos, más propio de un personaje semimudo de otra época de la animación. Entiendo que eso parece darle al personaje una idea de tradicional que realmente funciona. Y cuando su hijastro, consciente de lo que está pasando, empieza a soltar los mismos gruñidos ininteligibles que su padrastro, el enlace entre ambos personajes se nota sin necesidad de nada más…

Pero muchas de estas decisiones, aunque puedo entenderlas, hacen que todo el trasfondo maduro de relaciones complejas, de tristeza por lo perdido y esperanza por lo que se puede ganar, quede en un segundo plano. Son mis capítulos menos favoritos, en los que perdemos perspectiva de los personajes principales, en los que recordamos que es una serie de animación amable, con un conflicto familiar semanal que resolver sin demasiado esfuerzo. A mí me saca fuera de la ecuación.

Nota, vemos de forma muy sutil el cambio de Steven en cuanto a sus poderes. Ha pasado de ser un niño débil y en baja forma a ser poco consciente de su fuerza.

Lo interesante viene al final. Tenemos un plot-trigger que, además, se nos anuncia al principio del capítulo. Marty le debe dinero a Greg. No ha venido a Beach City para volver a estrechar lazos con un hijo que le importa una mierda, sino a darle a Greg lo que le corresponde, temeroso de que se entere por otros medios y acabe perdiendo más en los tribunales.

Mr Greg o el pasado y sus reverberaciones (y sus canciones)
Aprovechando el plot-trigger dejado en el anterior capítulo, la serie se mueve hacia uno de sus capítulos musicales.

Es el momento de hablar de la música. Steven Universe ha sido ideado por una de las creadoras, tanto en animación como en música, de Hora de Aventuras. Pero ahora tiene libertad de crear sus canciones. Y vaya si las crea.

Canciones como “I am stronger than you” o “What can I do for you” son simplemente maravillosas. Son números musicales que, o forman parte de la trama o están integrados de forma orgánica en ella.

Mr Greg no es mi número musical favorito. Encuentro la canción floja con respecto a otras canciones de la serie y aunque la coreografía es divertida, las hemos tenido mucho mejores. Y aun así es bastante, bastante bueno. La banda sonora de la serie es genial, a veces me paso tardes de estudio escuchando las canciones de esta serie.

Pero lo más importante de este capítulo es el contenido de la canción. Y voy a aprovechar este capítulo, esta canción, para hablar de lo mejor (y a la vez lo peor) de Steven Universe.

He dicho antes que Steven Universe es consciente de ser un dibujo animado. Pero también es consciente de la mayor parte de errores que cometen estos en cuestión de evolución de personajes.

El personaje X tiene un capítulo dedicado al conflicto Y que, oh, se acaba de revelar en el mismo capítulo, y que se resuelve al final del mismo. En el capítulo siguiente, el personaje X sigue comportándose con la misma dinámica que antes sin cambiar un ápice por el aprendizaje sufrido en el capítulo anterior y ese conflicto, ya resuelto, no se vuelve a nombrar.

Las mejores series (de animación o no) son las que escapan de ese esquema y hacen continuistas sus conflictos y sus dinámicas de personajes.

Eso Steven Universe lo hace de maravilla. Todo lo “malo” que tiene en cuanto a exceso de caricaturización ocasional de personajes lo explota para que los conflictos entre personajes queden claros y presentes. Y evolucionen.

Aquí, Pearl se encuentra forzada a compartir espacio y tiempo con Greg por “culpa” de Steven.

Un apunte, Steven es una criatura tocapelotas que se pasa la vida intentando que todo el mundo sonría y sea feliz y no tenga conflictos. Fuerza las cosas para que ocurran. Con tanta buena intención como mal tino.

Por una vez, por una sola vez, creo que tiene razón en forzar a hablar a Pearl y Greg. Es consciente de lo que está haciendo y no se auto-inculpa (como sí que pasó con Rubí y Zafiro en su momento), sino que les dice directamente “ey, gente, tenéis que hablar, que han pasado ya 14 años”.

Pearl ha estado siempre enamorada de Rose Quartz. La serie no lo oculta pero tampoco tiene que decírtelo. Tan sólo mirad el vídeo musical de “What can I do for you”. Pearl se da cuenta de que Greg está seduciendo a Rose y le demuestra que ellas tendrán algo que él jamás podrá tener: la fusión. Lo hace conscientemente, con todo el afán proteccionista de quien ama a alguien con admiración.

No ama a Rose de igual a igual. Las perlas se fabrican para servir. Rose posiblemente “liberó” a Pearl de sus “obligaciones” para con ella. Le dejó ser libre. Pero no creo que Pearl sea libre aún. El amor que siente por Rose es mitad admiración por sus ideales, un cuarto gratitud y un cuarto de fidelidad propia de su condicionamiento como perla. Pearl ama a Rose como un ideal, como un imposible a no poder alcanzar.

Y llega un estúpido saco de carne mortal y blandito y la seduce. Ella, que es una gema inmortal que ha superado todo el condicionamiento de su crianza para transformarse en algo nuevo y poderoso. Ella, que ha estado en batalla al lado de Rose y se ha interpuesto siempre entre la espada del enemigo y su amada, no se cree capaz de tocar la túnica de Rose Quartz. Y Greg llega con la sencillez de un humano no demasiado inteligente y la conquista.

La conquista hasta el punto que Rose decide desaparecer para darle a Greg un hijo (Steven, claro).

Durante los flashbacks, notamos que Pearl tiene inquina por Greg. Le desagrada su presencia, le trata con frialdad o desprecio. Está celosa.

Muy celosa.

Pero a la desaparición de Rose trae consigo un nuevo status al que ella no es capaz de adaptarse. Ya no puede estar celosa de Greg porque Rose no está. Y no puede más que amar a Steven como una madre. En parte por ser hijo de Rose y en parte por ser cómo él es.

Como madrastra de Steven, como persona que ama a Steven, no está en disposiciones de tener un enfrentamiento directo con Greg. A eso contribuye el hecho de que Greg evita el enfrentamiento y se escurre de cualquier conflicto como una babosa.

Pero eso no le obliga a ser simpática con Greg. Y no lo es durante tres temporadas enteras, porque ese conflicto lleva durando los 14 años que tiene Steven.

Al fin, en este capítulo, se ven obligados a hablar. A hablar de Rose. Y descubren que lo que les separa también les une: el amor que los dos sentían por Rose.

Llevaba mucho tiempo necesitándose, se hace de forma muy orgánica y es muy satisfactorio. Como casi todos los conflictos que ocurren en la serie.

Por ejemplo, el conflicto entre Garnet y Pearl durante la segunda temporada, que duró muchos capítulos y tuvo momentos muy tensos. Para los que no sean fans, Pearl y Garnet se fusionaron en Sardonyx para destruir una torre. Pero descubrieron que cada noche la torre era reconstruida, y estaban obligadas a volver a fusionarse para ello.

Al final descubrimos que Pearl había estado reconstruyendo la torre para poder fusionarse con Garnet, porque Pearl es insegura y tímida, Garnet es fuerte y se siente completa, y formando Sardonyx Pearl se sentía fuerte, segura y completa.

Aquello, evidentemente, encolerizó a Garnet y no se resolvió hasta que el tiempo pasó, los ánimos se calmaron, Garnet pudo tener su momento de introspección y finalmente hablaron del tema.

Conflictos con una buena evolución, dinámica de personajes coherente y que lleva a interacciones lógicas y bien estructuradas. Posiblemente mejor que en ninguna otra serie de animación, actual o pasada.

Y ese también es su mayor defecto. Porque cualquier persona que se acerque a esta serie va a verse obligado a ver todos los capítulos para poder entender esos flujos, esas tramas.

Capítulos muy buenos pero también algunos capítulos más flojos, donde esa trama se mantiene en un segundo plano pero sigue evolucionando. Capítulos donde la trama principal de la serie avanza y capítulos que sirven sólo para perfilar secundarios o terciarios. Esta serie obliga a verla (casi) entera y en orden cronológico, con lo que si algún personaje secundario te la trae floja o las historias personales de los habitantes de Beach City te aburren y sólo quieres ver aquello dedicado a las gemas, o te jodes y lo ves o vas a perderte una parte fundamental de sus historias y no vas a poder seguirla.

Too Short to Ride o la evolución del secundario desde su pasado (y algún chiste)

Tras un capítulo de intensidad dramática, la serie suele pasar a un capítulo más ligero, sabiendo jugar con sus tempos.

En este capítulo, Steven, Amathyste y Peridot van al parque de atracciones.

Oh, qué interesante (¡el medidor de sarcasmo está fuera de los límites!)

Pero claro, sale Peridot.

Peridot, vamos a dejarlo claro, es El Carisma concentrado en una manchita verde e irritante. Como os explico en el artículo anterior, Peridot ha sufrido la trama de malvado transformado en bueno. Pero como todo en esta serie, su transformación ha pasado por muchas etapas, muy fluida. Su estereotipo, ahora, es el de personaje-fuera-de-contexto. No conoce la Tierra (vino para una misión que ni siquiera completó), no comprende la tecnología humana (inferior a la de su planeta) ni las interacciones sociales (ausentes en Planeta Hogar). Y a pesar que no es el primer personaje que tiene esos tópicos, la serie sabe usarlos con mesura con una intención humorística maravillosa. Interacciona de forma fenomenal con las otras gemas, sus incomprensiones el porcentaje perfecto de inteligencia técnica e inocencia bobalicona y, sobre todo, su forma de ser es dulce y ácida a un mismo tiempo. Como una lima. Es muy kawai, pero también las lanza dobladas.

Me encanta, ¿vale? No es el mejor personaje del mundo, es muy evidente que está hecha en laboratorio para gustar, pero es que conmigo funciona. Es un personaje que adoro.

Además me permite hablar del trasfondo de la serie un poco más.

En mi artículo de la animación de hoy (que ya no os linkeo porque estoy un poco cansado de autospamearme), clasificaba Steven Universe entre las series con un argumento construido y sólido. El trasfondo es la clave de ello.

Mirad, no sé realmente si se van inventando el trasfondo temporada por temporada o hay una Biblia de Steven Universe con toda la información sobre Planeta Hogar, las gemas, la Guerra de las Gemas, las consecuencias de que Steven sea un híbrido (y ya de paso las historias personales de los secundarios). Pero si no existe esa Biblia, la serie te hace creer que existe. Te hace creer que nada es casualidad.

Peridot se nos presentó como villana en la primera temporada. No sabíamos mucho sobre sus poderes. Veíamos que sus dedos eran proyecciones semifísicas con posibilidad de entrecruzarse para fabricar una pantalla o de girar como aspas para permitirle vuelos cortos.

Hasta el día en el que Steven le agarró del pie, y ella se deshizo de él. No era su verdadero pie, era una prolongación artificial. Eso no pasaría hasta la segunda temporada.

En el momento en el que la capturaron, descubrimos que ninguno de sus miembros eran los suyos, eran prolongaciones de sus miembros reales. Aquellos dedos proyectados eran parte de una mejora artificial. Las gemas, en aquel momento, se deshicieron de todas esas prolongaciones para desarmarla.

Desde el momento en el que Peridot comienza a colaborar con las gemas y vemos sus interacciones, la vemos añorando esas prolongaciones. El ordenador que incluía uno de sus brazos, la prolongación de sus piernas para ser más alta, la posibilidad de llevar un registro de voz.

Steven, con su buenismo tocanarices de siempre, se ha pasado desde entonces intentando compensarlo con la pobre tecnología humana que tenía disponible. Y Peridot, tras las quejas necesarias, ha aceptado este regalo con una emoción enorme.

En este capítulo descubrimos al fin por qué.

Peridot nos explica que las gemas de Planeta Hogar son cada vez menos poderosas. Los recursos de Planeta Hogar se están agotando y el poder de las nuevas gemas es cada vez menor. Tanto es así, que las peridotitas de nueva generación no tienen ningún poder. En su lugar, Planeta Hogar les concede mejoras artificiales para compensarlo. Por eso Peridot era tan dependiente de sus mejoras, de la tecnología.

Al final del capítulo veremos que sí que posee un poder de telequinesia o magnetismo, no queda muy claro, que estaba dormido (posiblemente por el convencimiento de no tener poderes y de tener que depender de la tecnología).

Si lo veis con perspectiva, parece que ese trasfondo del personaje estaba claro desde el minuto uno de su aparición. Su afinidad por la tecnología, la extraña naturaleza de sus dedos (que demostraron ser artificiales), son absolutamente coherentes con lo que vemos en este episodio.

De igual modo, cuando descubrimos que Garnet era una fusión, podíamos habernos dado cuenta antes porque es la única Gema de Cristal con dos gemas (una en cada palma) y porque cuando se desfusiona Alejandrita (fusión de Garnet, Amathyste y Pearl), ésta deja salir cuatro sombras de gemas, no tres.

Cada descubrimiento en la serie da sentido a un sin número de pequeños detalles que podían haberse pasado por alto o no necesitar explicación, encajando como un puzzle.

Cuando Jasper recrimina a Garnet el ser una fusión y se enfrentan, deja ver un pequeño trozo del mapa que ahora tenemos: que las gemas que se fusionan son los pequeños rubíes para ser más fuertes, que la fusión entre gemas distintas es vista como algo tabú y extraño, que existe una vergüenza sobre la fusión.

Cuando Jasper hace el mismo tipo de ataque que Amathyste (rodar con su pelo erizado en espinas como si una versión de Sonic se tratara) nos está informando que tiene una relación con ella. Y en uno de los últimos capítulos aparecidos (Crack the Whip) Jasper lo confirma. “Estabas destinada a ser como yo, a ser un Cuarzo.”

Todo es tan coherente, el trasfondo está tan bien integrado en la historia, que da gusto. Que hace pensar en cientos de páginas de Biblia de Steven Universe. Es así como se construye una base de fans: fabricando un trasfondo coherente y mostrándolo poco a poco. Creando el universo y enseñándolo, no creándolo conforme vamos acercándonos e inventando ad-hoc.

Lo que llaman World-Building.

Steven Universe es, posiblemente, la serie de animación que con más seriedad y acierto ha realizado su Wolrd-Building.

Ah, y por cierto, algunos chistes muy buenos en este episodio también.

The New Lars o el trasfondo de los secundarios (y los poderes que aparecen)

Tras esto, vamos al episodio menos entretenido de los cinco.

Por Cthulhu, qué aburrido es.

Vamos rápido con el argumento y luego vemos por qué esto es necesario (¿por qué, maldita serie, por qué?).

Lars (un secundario que trabaja en la tienda de Donuts) es un imbécil. Steven cree que Lars está secretamente enamorado de Saddie, la chica que trabaja con él.

Steven descubre que tiene el poder de hacer préstamos o wargear seres humanos (ya si eres más de Pratchett o de Martin escoges la palabra preferida), es decir, “cabalgar” en sus mentes durante el sueño. Posee a Lars.

Vemos que Lars es un imbécil en cada ámbito de su vida. Como Steven es el buenismo encarnado tocapelotas con rizos que es, empieza a comportarse bien con la gente que rodea a Lars. La gente que rodea a Lars prefiere al “Nuevo Lars” que al imbécil de Lars.

Excepto Saddie. Saddie prefiere al imbécil de Lars. Porque está enamorada de él.

Y Lars también de ella. Pero no va a confesarlo ahora porque si para una serie normal el mantener la tensión romántica entre dos personajes ad nauseam es una Ley Inviolable, en una serie donde se toman tanta calma con las relaciones personales no van a arreglar eso en un capítulo.

Fin.

¿Qué ocurre? Bueno, la serie intenta enviar muchos mensajes positivos (la tolerancia hacia el otro, la comprensión antes del enfrentamiento, el amor sobre todas las cosas, la importancia del consentimiento, el significado de una relación…). Uno de ellos, el que predomina por toda la serie, es que cada persona cuenta. Que todas las vidas son importantes.

Que lo que nos hace grandes es tener una vida, el ser como somos, el entorno. Nuestras relaciones con los demás.

Planeta Hogar funciona de forma eficiente. Las gemas son fabricadas por una función. Los planetas son colonizados para usar sus recursos hasta el límite y transformarlos en versiones satélites de Planeta Hogar, totalmente eficientes. La serie nos dice que las Gemas de Cristal son distintas, que creen en las maravillas de la individualidad, en lo importante de las pequeñas cosas y de las personas individuales.

Que cada uno cuenta. No somos peones, somos personas.

Evidentemente, si se supone que envías ese mensaje, has de ser coherente con él. Así pues, cada uno de los habitantes de Beach City tiene su protagonismo, mayor o menor. Vamos conociendo sus pasados, sus relaciones sentimentales, sus lazos familiares, sus proyectos, sus sueños, sus miserias. Hasta el último alivio cómico (como Onion o la familia Frymann) llegan a tener su momento de gloria.

Ha de ser así. La serie debe ser sincera consigo misma y mostrar que es verdad, que todos importan, que todos tienen una historia que contar.

Pero esa historia no tiene por qué interesarle a todo el mundo.

Y la historia de Lars no me interesaba. Sigue sin interesarme. Jamás me interesará.

Steven, por favor, lanza uno de tus escudos a la cabeza de Lars y déjale en coma. Eso dará un poco más de trasfondo a Saddie, que es mejor personaje.

¿Entonces podemos saltarnos el capítulo? Relativamente, porque está dándonos información sobre el poder de Steven de hacer préstamos. Lo había hecho con una StevenSandía al principio de la temporada, ahora vemos que puede hacerlo con los seres humanos, como una extensión de su poder de ser un Onironauta de nivel Dios capaz de entrar en sueños ajenos y modificarlos.

Beach City Drift o los nudos que atar y el consentimiento

Finalmente llegamos al mejor del conjunto.

Capítulo 37, primera temporada. Alone Together.

Las gemas intentan que Steven se fusione con ellas como parte de su entrenamiento. Steven no lo consigue, se va de bajo y se reúne con Connie.

Connie actúa de forma maravillosa como interés romántico de Steven. Porque actúan como niños, porque su relación es muy dulce, porque ejerce de contrapunto muy bueno a la personalidad de Steven.

Connie y él hablan, ella confiesa que no puede bailar porque le da vergüenza y él la invita a bailar para intentar quitársela.

Ya lo vais cogiendo. Steven es ese porculero que tiene que ayudarte porque sí por cojones.

Bailan y, por accidente, se fusionan. Descubrimos que Steven y Connie pueden fusionarse aunque ella sea humana porque él es un híbrido.

Es un capítulo precioso, de los mejores. Y termina genial. Termina con Stevonnie (la fusión de ambos) en una fiesta, bailando tranquila. La parte “Connie” no tiene miedo de bailar porque la parte “Steven” le da confianza. Ambos se coordinan mejor que por separado.

Entonces llega el típico pesado de discoteca de los huevos y empieza a molestar de forma MUY incómoda a Stevonnie.

Por separado son un niño regordete y una niña flacucha, él con el pelo rizado encrespado odioso (como el mío, vamos) y ella con el pelo liso, él blanco como un buen votante de Donald Trump y ella tostada (es de origen hindú). Juntos forman una mestiza alta, de larga melena ondulada, llena de confianza en sí misma. Y el gilipollas de discoteca le entra.

Le entra mal. Le entra en plan baboso, en plan “soy el mejor y por eso tienes que adorarme”.

Al final Stevonnie se cabrea, empieza a enfrentar al otro y en medio de la ira, se desfusionan.

Primera temporada.

Estamos en la tercera.

El gilipollas vuelve.

Steven demuestra (por fin, ¡por fin!) algo de sangre en las venas. Le quema ese gilipollas. Le quema el haberse sentido incómodo ante el acoso que sufrió y que jodiera la experiencia que estaban teniendo. A Connie le toca la moral también, pero de una forma más tímida, más de guardárselo para dentro.

Deciden enfrentarse al gilipollas en la carrera de coches sobre la que él presume. Fusionados, claro, porque son niños y no pueden conducir.

Ganan la carrera y él acaba con la moral por los suelos… NO.

Esta no es ese tipo de serie.

Durante la carrera, él no para de lanzarle “tiritos”. Les acusa de estar obsesionados con él. Es normal, tiene ese efecto en la gente.

Llega un momento en el que entran en un pozo de oscuridad, el pozo de oscuridad de los temores de ambos (ya habían sufrido ese efecto en Alone Together). Se desfusionan, a puntico de tener un accidente.

En ese momento reflexionan y hablan. Se dan cuenta de que él tiene razón. Que están obsesionados con él, con restregarle por la cara que es un gilipollas.

Le están dando el poder a él. Están jugando a su juego. “¿Por qué tenemos si quiera que jugar a su juego?”

A partir de ese momento, la conducción se vuelve más fluida. Lo adelantan como quien no quiere la cosa, y por un instante disfrutan de las hermosas vistas que se ven desde la carretera.

Él gana. Pero a ellos ya no le importa que gane, o que pierda. Porque ya no es importante. Porque lo que ha sido importante es que han conducido por primera vez, que casi ganan la carrera con un coche destartalado a un deportivo tuneado, que han visto una imagen preciosa. Han recuperado lo que les quitó la primera vez que les encontró: el gusto de disfrutar a pesar de los gilipollas.

Él pierde todo el poder sobre ellos. Ellos se van, ignorándolo mucho, y él es el que empieza a obsesionarse con ellos. A perseguirles. A gritarles. A estar bajo su poder.

Que vale, que es un dibujo animado y este final feliz puede no darse en la vida real (“vale, todo lo que tú quieras con el rollo New Age pero has perdido y sigo siendo el mejor”). Pero la enseñanza queda, y es buena: No hay que dejar que un gilipollas tenga poder sobre nosotros.

Nos demuestra que no es fácil quitarse de la cabeza a este tipo de capullos. Porque llevan mucho tiempo jugando a su juego de ser el centro de atención, para bien o para mal. Pero merece la pena esa ignorancia, porque es de eso de lo que se alimentan, de esa atención.

No es un capítulo que haga avanzar ninguna trama, no es un capítulo que nos revele más del World-Building (para eso estarán los tres capítulos con el retorno de Jasper que acaban de salir). Simplemente cierra una lección, una herida abierta, da una enseñanza. Quita una espina que llevaba clavada en los personajes mucho tiempo.

Es una piedra más de su desarrollo como personajes.

Y, creedme, es necesario que Stevonnie tenga ese desarrollo, que gane confianza en sí misma (la considero femenina aunque la serie no se ha pronunciado sobre su género… porque a lo mejor no tiene ninguno, o tiene ambos, o no importa y eso último es posiblemente lo más genial del personaje), porque le espera más adelante una prueba jodidamente dura.



Conclusiones



Steven Universe es una buena serie. Buena animación, recursos estilísticos muy bien usados, banda sonora espectacular y un World-Building que ya quisieran sagas de fantasía “adulta”.

No puedo decir que la serie tenga fallos. Tiene consecuencias de sus decisiones.

Como quiere construir a sus personajes y su universo de forma pausada y sólida, necesita mucho capítulo de aparente relleno entre medias para salir a la luz. Eso puede cansar mucho al espectador casual.

Como quiere transmitir la importancia de cada persona, le da importancia a personajes secundarios que, lo que es a mí, me importan una mierda.

Por otro lado, tiene decisiones de diseño que no comparto. No me gustan nada el diseño de Rubí, de Steven o de Onion.

Por encima de todo, no soporto el diseño de Pearl.

Sé que la gema en su frente intenta mostrar que es la más intelectual de las tres, que su poder viene de su mente. He acabado acostumbrándome a él y me alegra verla en pantalla porque es mi personaje favorito (más que Peridot, eso es mucho). Pero más bien ha sido un síndrome de Estocolmo. Si veo el diseño sin haber hecho el proceso ritual de ver el openning y entrar en el juego, sigue pareciéndome que está medio calva, que la nariz es horrible y que los ojos no pegan.

El diseño de Amathyste y Garnet, sin apasionarme, me parecen muy expresivos y he acabado por apreciarlos por lo que son. Estéticamente, me quedo con la Garnet recién fusionada, la que no controlaba su fusión. Es un diseño más bonito. Pero la Garent actual demuestra mucho con su diseño. Demuestra el autocontrol que quiere expresar.

Finalmente, algunos diseños me parecen preciosos. Rose Quartz y Raimbow Quartz. Lapis Lazuli. Jasper. Malakite.

La paleta es una delicia, llena de colores pastel. Los escenarios tienen el detalle necesario para ser hermosos sin molestar. La calidad de la animación es estupenda. Y la atención al detalle es muy gratificante.



¿Es Steven Universe una serie para todo el mundo? No. Hay quien no soportará los capítulos menos interesantes, quien no entrará por las decisiones de diseño y quien no verá interesante el desarrollo de personajes.

¿Es Steven Universe la mejor serie de animación americana del momento? Tíos, no, que está “Over the Garden Wall”.

¿Es Steven Universe una serie cojonuda? Lo es. Es cojonuda, es magnífica. Sus puntos fuertes son MUY fuertes y cuando me reproduzca, es la serie que les pondré a mis hijos.



That’s why the people of this world believe in Garnet, Amathyste and Pearl. Y el pesao de Steven, qué hostia tiene por Cthulhu…





Sin más que decir, buenas noches y que os dejen dormir.

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